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Acompañar
“La Iglesia tendrá que iniciar a sus hermanos —sacerdotes, religiosos y
laicos— en este ‘arte del acompañamiento’, para que todos aprendan siem-
pre a quitarse las sandalias ante la tierra sagrada del otro (cf. Ex 3,5)”.
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La Buena Nueva del acompañamiento
La parroquia debe proveer discípulos misioneros con experiencia que
puedan acompañar a aquellos que están regresando a la Iglesia y guiarlos
durante su camino de fe. Al acompañar a otros, el discípulo posee un amor
por los demás y la Iglesia siendo acogedor y hospitalario. El discípulo debe
estar dispuesto a caminar con otros, compartir la Buena Nueva y ayudar a
otros a crecer en su fe y vivir en solidaridad con los demás. La reconcilia-
ción ofrece la experiencia de la gracia y misericordia de Dios. La catequesis
debe incluir la formación en el Credo, los siete sacramentos, las enseñanzas
morales y sociales de la Iglesia, la oración basada en el
kerygma
y el dis-
cipulado misionero. Esta formación debe utilizar el
Catecismo de la Iglesia
Católica
, el
Catecismo Católico de los Estados Unidos para los Adultos
y el
Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia
.
Preguntas para la reflexión:
• ¿De qué manera estoy
siendo acompañado en mi camino de fe? ¿Quién me
acompaña a mí y mi familia?
• ¿Cómo puedo acompañar a otros en su camino de fe?
• ¿Planeamos actividades parroquiales teniendo en cuenta el arte
del acompañamiento?
• ¿Qué oportunidades de acompañamiento se ofrecen
para apoyar la fe de
los feligreses? ¿Qué áreas se pueden mejorar?
Comunidad
La Iglesia en los Estados Unidos es una comunidad de fe que se compone
de miembros de muchas culturas diferentes. El respeto, la comprensión y
la apertura a esta diversidad es fundamental para ayudar a todos a tener
un encuentro personal con Cristo y crecer como discípulos misioneros. La
verdadera hospitalidad se extiende a todos los miembros de la comunidad: