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La Nueva Evangelización:
Renovación y conversión
La obra de la Nueva Evangelización invita a los bautizados a renovar su
propia fe de tal manera que lleve a la evangelización de otros, en última
instancia transformando así nuestra cultura con el amor del Señor y su
enseñanza. La renovación personal de la fe es un proceso continuo de
conversión, un peregrinaje más profundo hacia una vida de fe cada vez
más nueva. Es fundamental para la obra de la Nueva Evangelización. Sin
embargo, la Nueva Evangelización siempre está orientada hacia los demás.
Por obra del Espíritu Santo, cada bautizado continuamente encuentra a
Cristo en los sacramentos, especialmente en la Eucaristía, así como en
las Sagradas Escrituras y en otras personas. Después de reflexionar, orar y
experimentar una profunda conversión y renovada confianza en el mensaje
del Evangelio, un seguidor de Cristo sale a evangelizar a otros. El evange-
lizado se convierte en el evangelizador. Esto implica el acercamiento a los
inactivos en su fe, así como abrazar la misión
ad gentes
(a las naciones).
Una comunidad de creyentes renovados sigue saliendo, llevando en última
instancia a la evangelización de la sociedad y la cultura. La evangelización
de la cultura implica, además, llevar el don de
communio
(comunión) al sec-
ularismo, al relativismo, al materialismo y al individualismo. Como enseña
el papa Francisco, nuestra vida de fe nos llama a trabajar por la transfor-
mación del mundo. “Sí, la fe es un bien para todos, es un bien común; su
luz no luce sólo dentro de la Iglesia ni sirve únicamente para construir una
ciudad eterna en el más allá; nos ayuda a edificar nuestras sociedades, para
que avancen hacia el futuro con esperanza”.
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“Si hubiera que resumirlo en una palabra, lo mejor sería decir que la
Iglesia evangeliza cuando, por la sola fuerza divina del Mensaje que proc-
lama, trata de convertir al mismo tiempo la conciencia personal y colectiva
de los hombres, la actividad en la que ellos están comprometidos, su vida y
ambiente concretos”.
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La obra de la Nueva Evangelización se lleva a cabo
principalmente a través del testimonio de fe de los bautizados en su vida
cotidiana. “Una vida cristiana vivida con caridad y fe es la forma más eficaz
de evangelización”.
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No podemos dar lo que no tenemos. Por lo tanto,
cultivar una vida de fe es esencial para ayudar a otros a hacerlo.
La obra de la Nueva Evangelización también invita a la Iglesia en su
conjunto a una renovación cada vez más profunda, un llamado a pasar