10
LA IGLESIA:
REFLEJANDO LA LUZ
DE CRISTO
IMÁGENES Y MISIÓN DE LA IGLESIA
—CIC, NOS. 748-810
PEDRO ES UNA ROCA Y UN
PASTOR AMOROSO
La narración en el capítulo 16 del Evangelio de Mateo comienza con
la llegada de Jesús y de los Apóstoles a Cesarea de Filipo, una ciudad
a veinticinco millas al norte del Mar de Galilea. En este lugar, Jesús
pregunta a los Apóstoles que quién cree la gente que es él. Ellos le
respondieron que algunos pensaban que Jesús era Juan el Bautista,
otros que él era Elías, o Jeremías, o uno de los profetas. Se preguntaban
si Jesús era uno de los grandes profetas que había regresado de
la muerte.
Jesús les preguntó: “‘Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?’ Simón Pedro
tomó la palabra y le dijo: ‘Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo’” (v. 16).
Jesús alabó la respuesta de Pedro, indicando que no había llegado a esa
conclusión usando sus propias habilidades humanas. Pedro había recibido
una revelación de Dios y había hablado desde su fe. “¡Dichoso tú, Simón,
hijo de Juan, porque esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi
Padre que está en los cielos!” (v. 17).
Entonces Jesús procedió a hacer de Pedro la
roca
sobre la que
edificaría la Iglesia.Con un templo construido sobre roca,dedicado para el
culto idólatra de un emperador como telón de fondo, Pedro, cuyo nombre
significa “roca”, es elegido para guiar a la Iglesia de Dios. “Y yo te digo a
ti que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (v. 18). Jesús
fue más allá y prometió dar a Pedro “las llaves del Reino de los cielos”, es