Capítulo 14. La Celebración del Misterio Pascual de Cristo
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La rica variedad de disciplinas eclesiásticas, de ritos litúrgicos,
de patrimonios teológicos y espirituales propios de las Iglesias
locales “con un mismo objetivo muestra muy claramente la
catolicidad de la Iglesia indivisa”. (CIC, no. 835, citando LG,
no. 23)
¿Cuándo la Celebramos?
El Día del Señor
El domingo, el día de la Resurrección de Cristo, es central para la vida
litúrgica de la Iglesia. Se observa a partir de la noche del día anterior.
Es un día cuando todos los católicos están obligados a participar en la
Misa. “El ‘banquete del Señor’ es su centro, porque es aquí donde toda
la comunidad de los fieles encuentra al Señor resucitado que los invita
a su banquete” (CIC, no. 1166). La Iglesia anima a que el domingo, el
“Día del Señor”, también sea un día para el descanso y la recreación.
También es un día cuando los fieles se pueden dedicar a las obras de
misericordia y al apostolado. Esto es algo que será discutido de nuevo
en el capítulo sobre el Tercer Mandamiento.
El Año Litúrgico
En el año litúrgico, la Iglesia celebra la totalidad del misterio de Cristo,
desde la Encarnación hasta Pentecostés y la ansiosa espera de la segunda
venida de Cristo. La cima del año litúrgico es el Triduo Pascual, desde
la noche del Jueves Santo hasta la noche del Domingo de Pascua de
Resurrección. Aunque cronológicamente son tres días, litúrgicamente
son un solo día que nos revela la unidad del Misterio Pascual de Cristo.
La presencia de Cristo Resucitado y de su obra salvífica impregna todo
el año litúrgico: al Adviento, la Navidad, la Cuaresma, la Pascua y el
Tiempo Ordinario.
El Santoral
Además de los tiempos litúrgicos arriba citados, la Iglesia, con un amor
especial, venera a la Virgen María, la Madre de Dios, y también ofrece