Capítulo 15. El Bautismo: Hacerse Cristiano
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Cuando una persona es bautizada, así sea un bebé, un niño o un
adulto, debe de haber por lo menos una persona presente que
actuará como padrino de quien está siendo bautizado. El padrino,
o madrina, acepta la responsabilidad de asistir a la persona a crecer
en la fe católica. El que actúa como padrino de un bebé o un niño
se compromete a asistir a los padres a enseñar a su hijo la fe y a
cómo vivirla como un católico practicante. El que actúa como
padrino de un adulto se compromete a animar y apoyar a la per
sona, a rezar con ella y por ella y a ofrecerle cualquier tipo de ayuda,
información y apoyo que sea necesario mientras que la persona se
prepara para hacerse miembro de la Iglesia y después vive el resto
de su vida como un católico practicante.
Para que alguien sea admitido como padrino, él o ella debe
tener por lo menos diecisiete años de edad, debe haber recibido
todos los Sacramentos de la Iniciación (Bautismo, Confirmación y
Eucaristía) y debe estar viviendo de una manera que demuestre
que su fe es lo suficientemente fuerte como para poder llevar a
cabo las responsabilidades que conlleva ser padrino. Un padrino
que está casado debe estarlo según las leyes de la Iglesia (cf. CDC,
can. 874).
LOS PADRINOS DE BAUTISMO
oración cristianas. Para el cristiano bautizado, la recepción a la plena
comunión con la Iglesia Católica requiere la recepción del sacramento
de la Penitencia y Reconciliación, seguido de la Profesión de Fe y a
continuación la celebración de la Confirmación y la Eucaristía.
El Bautismo de Niños Pequeños
El Bautismo de niños pequeños se ha practicado desde la época apostólica.
Los niños necesitan ser bautizados porque, mediante este Sacramento,
son liberados del Pecado Original y son bienvenidos a la comunidad
de la Iglesia, donde tendrán acceso pleno a los medios de salvación.