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Segunda Parte. Los Sacramentos: La Fe Celebrada
talentos para recaudar fondos y hacer que la gente se diese de sí misma
la llevaron a fundar el primer Columbus Hospital, donde ella dependía
de los servicios donados de los doctores, tanto católicos como judíos y
protestantes.El hospital tenía áreas para los pobres y habitaciones privadas
para los ricos, cuyos gastos ayudaban a financiar el cuidado de los pobres.
Francisca Cabrini construyó otros hospitales “Columbus” en Denver, Los
Ángeles, Philadelphia, Seattle, New Orleans y Chicago.
Continuó visitando los distintos conventos e instituciones que había
fundado en Europa. También viajó a Brasil y Argentina para extender el
trabajo de su comunidad. Sus treinta y siete años de servicio apostólico
los pasó casi todos constantemente viajando. Se la podía encontrar en las
profundidades de una mina en Denver, dando ánimo a los mineros italo
americanos o, en un patíbulo, de la mano de prisioneros italoamericanos,
rezando antes de que fuesen ahorcados.
Cuando murió, en 1917, dejó tras de sí sesenta y siete conventos en
Europa, Estados Unidos y Sudamérica, y 1500 Hermanas Misioneras del
Sagrado Corazón. Se había hecho ciudadana de Estados Unidos en 1909 y
se convirtió en el primer ciudadano estadounidense en ser canonizado. En
la ceremonia de canonización, en 1946, el Papa Pío XII dijo en su homilía:
¿Dónde adquirió toda esa fuerza e inagotable energía mediante
las cuales fue capaz de realizar tantas buenas obras y vencer
tantas dificultades? Consiguió todo esto mediante la fe que
siempre estaba tan viva en su corazón; mediante el amor divino
que ardía en su interior y,finalmente,mediante la constante oración
por la que estaba tan unida a Dios […] Nunca dejó que nada la
distrajese de desear ansiadamente agradar a Dios y trabajar para
su gloria para lo que nada, con la ayuda de la gracia, parecía
ser demasiando difícil o estar más allá de la fuerza humana.
(traducción de
Liturgy of the Hours
, vol. IV, 2022 [v.d.t.])
La Madre Cabrini vivió profundamente la misión de la Iglesia de
llevar la compasión y cuidado de Cristo a todas las personas. Respondió
generosamente a la gracia del sacramento de la Confirmación que une a
los cristianos a esa identificación tan profunda con la Iglesia y su misión.
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