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Segunda Parte. Los Sacramentos: La Fe Celebrada

las Intercesiones Generales. Segundo, la Liturgia de la Eucaristía, con

la presentación del pan y el vino, la Plegaria Eucarística y la recepción

de la Sagrada Comunión. Los elementos esenciales de las celebraciones

eucarísticas se pueden resumir en los siguientes cuatro puntos.

1. Ritos Iniciales

La comunidad cristiana, unida por el Espíritu Santo, se reúne para dar

culto en respuesta a la llamada de Dios. Jesús, nuestro Sumo Sacerdote,

es el principal agente de nuestra celebración. El obispo o sacerdote actúa

en la persona de Cristo, Cabeza de la Iglesia. Todos los fieles participan

activamente con una atención devota interior y con una reverencia

externa que se demuestra cantando los himnos y respondiendo cuando

es oportuno y, cuando es apropiado, observando un silencio. Están

también el diácono, los proclamadores, los que presentan las ofrendas, los

ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión, los monaguillos, los

músicos y otros ministros. La primera parte contiene los Ritos Iniciales,

los cuales inauguran la celebración de la misa. Estos ritos incluyen el

Acto Penitencial, el

Gloria

y la primera oración colecta.

La santa madre Iglesia desea ardientemente que se lleve a todos

los fieles a aquella participación plena, consciente y activa en las

celebraciones litúrgicas que exige la naturaleza de la Liturgia

misma y a la cual tiene derecho y obligación, en virtud del

bautismo, el pueblo cristiano, “linaje escogido sacerdocio real,

nación santa, pueblo adquirido”. (SC, no. 14, citando 1 P 2:9;

cf. 2:4-5)

2. Liturgia de la Palabra

A lo largo del año litúrgico, las lecturas de las Sagradas Escrituras,

especialmente de los Evangelios, forman el núcleo de esta parte de la

celebración. La proclamación de la Palabra de Dios y su explicación

tienen como objetivo despertar nuestra fe y prepararnos para una

participación aún más profunda en el misterio de la Eucaristía. A las

lecturas le siguen una homilía del obispo, del sacerdote o del diácono, la

Profesión de Fe cuando se recita el Credo y las intercesiones.