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Capítulo 17. La Eucaristía: Fuente y Cumbre de la Vida Cristiana

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2. ¿Qué personas han influenciado tu apreciación por la Eucaristía?

¿Qué queremos decir cuando hablamos de la Presencia Real de

Jesús? ¿Qué puede hacer que visites al Santísimo Sacramento más a

menudo y que dediques tiempo allí adorando a Cristo?

3. El

Catecismo

nos recuerda que la Eucaristía nos compromete a cuidar

de los pobres (cf. CIC, no. 1397). ¿Cómo vives ese compromiso

durante la semana? ¿Cómo eres el “Cuerpo de Cristo” en tu lugar

de trabajo, en tu casa, en tu escuela?

ENSEÑANZAS

• Jesús instituyó el sacrificio eucarístico, el banquete de la vida divina,

en la Última Cena.

• Debemos recordar que la Eucaristía es la cumbre y fuente de nuestra

vida Cristiana. ¿Por qué? Porque en la Eucaristía se encuentra todo

el Tesoro de la Iglesia: Jesucristo.

• La celebración eucarística comienza con los Ritos Iniciales y

la Liturgia de la Palabra. Le sigue la Liturgia de la Eucaristía: la

presentación de las ofrendas, la Plegaria Eucarística (la oración de

acción de gracias y alabanza, incluyendo la consagración del pan

y el vino) y la recepción de la Sagrada Comunión. La celebración

concluye enviando a los participantes a servir al Señor.

• La Eucaristía es el memorial del acontecimiento salvador de la vida,

muerte y Resurrección de Cristo, que se hace presente para nuestra

salvación mediante la acción de la liturgia.

• Cristo, obrando mediante el ministerio de sus sacerdotes, es tanto el

sacerdote que ofrece el sacrificio como la víctima que es sacrificada.

• “Sólo los presbíteros válidamente ordenados pueden presidir la

Eucaristía y consagrar el pan y el vino para que se conviertan en el

Cuerpo y la Sangre del Señor” (CIC, no. 1411).

• Los signos esenciales de la Eucaristía para la Iglesia latina son pan

de trigo ácimo y vino de uva.

• En la Misa, el pan consagrado es el Cuerpo de Cristo. El vino

consagrado es la Sangre de Cristo. Jesucristo, en su totalidad, está