Capítulo 17. La Eucaristía: Fuente y Cumbre de la Vida Cristiana
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Saboreamos en ti mi pan de vida
Y seguimos esperando ansiosamente tu banquete.
Bebemos de ti mi principal fuente,
Mi alma sedienta a saciar y llenar.
A ti mi sediento espíritu anhela
Donde quiera que echen nuestra cambiante suerte;
Contento al tu presencia descubrir,
Bendito cuando nuestra fe fuerte te retiene.
Oh, Jesús por siempre con nosotros estés;
Haz todos nuestros momentos tranquilos y brillantes.
Oh, ahuyenta la noche del pecado;
Ilumina el mundo con tu santa luz.
—Atribuido a San Bernardo de Clairvaux,
Jesu Dulcedo Cordium
(
Jesús
,
Alegría de los Corazones que Aman
), basada en la traducción al inglés de
Ray Palmer,
Worship Hymnal
, Tercera edición, 605 (v.d.t.)
ORACIÓN
Alma de Cristo (
Anima Christi
)
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.