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Segunda Parte. Los Sacramentos: La Fe Celebrada
ENSEÑANZAS
• “¿Hay alguno enfermo? Que llame a los presbíteros de la Iglesia,
para que oren por él y lo unjan con aceite, invocando al Señor. La
oración hecha con fe le dará la salud al enfermo y el Señor hará que
se levante; y si tiene pecados, se le perdonarán” (St 5:14-15).
• El sacramento de la Unción de los Enfermos es para quien comienza
a encontrarse en peligro de muerte por causa de enfermedad o de
vejez. Se puede recibir el sacramento cada vez que un cristiano
cae gravemente enfermo o cuando la enfermedad se agrava (cf. CIC,
no. 1529).
• Solo los sacerdotes y obispos pueden administrar el sacramento de la
Unción de los Enfermos. Esto es así porque uno de los efectos de este
sacramento puede ser el perdón de los pecados. Ellos usan el Óleo de
los Enfermos bendecido por el obispo o, si hay necesidad, un aceite
bendecido por el sacerdote.
• El Rito de la Unción de los Enfermos incluye la unción en la frente y
manos del enfermo, o en otras partes del cuerpo, acompañada de la
oración litúrgica que pide la gracia del sacramento.
• Los dones de este sacramento incluyen la unión a la Pasión de Cristo,
para el bienestar del enfermo y de la Iglesia; fortaleza para soportar
pacientemente los sufrimientos de la enfermedad y de la vejez; el
perdón de los pecados si la persona no pudo recibir el sacramento
de la Penitencia, y la preparación para el paso a la vida eterna.
MEDITACIÓN
Salmo del Buen Pastor
Los enfermos y los moribundos de todas las épocas han encontrado
consuelo en los versos del Salmo del Buen Pastor (Sal 22). Han sido
inspirados más aún por las palabras de Cristo: “Yo soy el buen pastor,
porque conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí […] Yo he venido
para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10:14, 10). No les
es difícil reconocer a Jesús en el pastor del Salmo veintitrés. El Salmo