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Segunda Parte. Los Sacramentos: La Fe Celebrada
1. ¿Qué dice la oración del rito bizantino acerca del don
espiritual que el sacerdote recibe en la ordenación?
La oración dice, “Señor, llena del don del Espíritu Santo al
que te has dignado elevar al grado del sacerdocio para
que sea digno de presentarse sin reproche ante tu altar, de
anunciar el evangelio de tu Reino, de realizar el ministerio
de tu palabra de verdad, de ofrecerte dones y sacrificios
espirituales, de renovar tu pueblo mediante el baño de la
regeneración”. (CIC, no. 1587)
2. ¿Cuál es el rito esencial de la ordenación?
El sacramento del Orden es conferido por la imposición de
las manos seguida de una oración consecratoria solemne
que pide a Dios para el ordenando las gracias del Espíritu
Santo requeridas para su ministerio. (CIC, no. 1597)
3. ¿Qué quiere decir que el sacerdote actúa “en la persona
de Cristo”?
En el servicio eclesial del ministro ordenado es Cristo
mismo quien está presente a su Iglesia como Cabeza de su
cuerpo, Pastor de su rebaño, sumo sacerdote del sacrificio
redentor, Maestro de la Verdad. Es lo que la Iglesia expresa
al decir que el sacerdote, en virtud del sacramento del
Orden, actúa “in persona Christi Capitis” [en la persona de
Cristo Cabeza (n.d.t.)]. (CIC, no. 1548)
DEL CATECISMO
La ordenación al sacerdocio siempre ha sido una llamada y un don
de Dios. Cristo recordó a sus Apóstoles que necesitaban pedir al Señor
de la cosecha que mandase trabajadores para cosechar. Aquellos que
buscan el sacerdocio responden generosamente a la llamada de Dios
usando las palabras del profeta: “Aquí estoy, Señor, envíame” (Is 6:8).