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Segunda Parte. Los Sacramentos: La Fe Celebrada

urgentemente al hospital. Me estaba deteriorando hasta tal

punto que los doctores dijeron: “Prueba a rezar. Nuestros remedios

no sirven”.

Uno de mis maestros vino apresuradamente a visitarme.Me vio

en mi peor momento —desanimado, deprimido y desesperado.

“La Virgen María vive”, dijo.“Ella será tan buena contigo como tu

pienses que pueda serlo.Todo depende de ti y de tu fe”.El reactivó

mi fe adormecida. Le pedí a la Virgen María con todo mi corazón

y toda mi alma que le rezara a su Hijo para que me curase. “Si

sobrevivo, te serviré a ti y a Cristo el resto de mi vida”. (v.d.t.)

Al poco tiempo, Patrick les pidió a los doctores que lo examinasen de

nuevo.Le hicieron rayos X y exámenes.Sorprendentemente no encontraron

rastros de laenfermedaden sus pulmones.Al describir sucuración,él escribió:

“No estoy describiendo un milagro. Estoy dando testimonio del poder de

la intercesión de María y de la forma silenciosa y no sensacionalista en

la que obra. Cuando escuché las buenas noticias dije: ‘María, espero no

deshonrarte jamás’”.

Se ordenó sacerdote en 1941. Se preguntaba cómo podría pagar las

deudas espirituales a Cristo, a María y a las oraciones de su familia. Siete

meses más tarde, durante un retiro, Dios le dio la respuesta: La Cruzada del

Rosario en Familia.Durante su enfermedad había aprendido tres lecciones:

solidaridad con la gente y dependencia de los demás, apreciación por el

don de la Madre de Cristo y dependencia total de Dios.

Durante los cincuenta años siguientes, viajó por todo el mundo como

un apóstol de la oración y la solidaridad familiar. Desde los púlpitos, en

los salones escolares, en los medios de comunicación, en reuniones

multitudinarias y en visitas a hogares, el Padre Patrick ayudó a la gente

a conocer a la Virgen María y el poder espiritual del rosario, lo que abrió

corazones a Jesucristo y a su amor que une. A menudo tenía la ayuda de

obispos y estrellas católicas de los medios de comunicación para promover

su causa.

El Padre Peyton murió el 3 de junio de 1992. Está enterrado en los

terrenos de la Congregación de la Santa Cruz en Easton, Massachusetts.

Desde su muerte, los Ministerios Familiares Santa Cruz, un ministerio fundado

por el Padre Peyton y patrocinado por la Congregación de la Santa Cruz,

han construido el Father Patrick Peyton Center, un lugar de peregrinaje y

sede internacional para continuar el ministerio del Padre Peyton.