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Capítulo 22. Sacramentales y Devociones Populares

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La suave repetición de las palabras nos ayuda a entrar en el silencio de

nuestros corazones, donde habita el Espíritu de Cristo.

EXTRACTO: EJERCICIOS DEVOCIONALES

POPULARES: PREGUNTAS Y RESPUESTAS BÁSICAS

Aunque la liturgia es “la cumbre a la cual tiende la actividad

de la Iglesia” y “la fuente de donde mana toda su fuerza”

(SC, no. 10), no nos es posible ocupar toda nuestra jornada

con la participación en la liturgia. El Concilio señaló que “la

participación en la sagrada Liturgia no abarca toda la vida

espiritual […] [el cristiano] debe orar sin tregua, según enseña

el Apóstol” (SC, no. 12). Los ejercicios devocionales populares

desempeñan un papel decisivo en ayudar a fomentar esta

oración sin tregua. Los fieles siempre han usado una variedad

de prácticas como medio de impregnar la vida cotidiana con

la oración a Dios. Ejemplos de esto son las peregrinaciones,

novenas, procesiones y celebraciones en honor de la Virgen

María y los otros santos, el rosario, el

Angelus

, el Vía Crucis, la

veneración de reliquias y el uso de sacramentales. Debidamente

utilizados, los ejercicios devocionales populares no reemplazan

la vida litúrgica de la Iglesia; por el contrario, la extienden a la

vida diaria.

Los Padres del Concilio Vaticano II reconocieron la

importancia de las devociones populares en la vida de la Iglesia

y alentaron a pastores y maestros a promover devociones

populares sólidas. Escribieron, “Se recomiendanencarecidamente

los ejercicios piadosos del pueblo cristiano, con tal que sean

conformes a las leyes y a las normas de la Iglesia” (SC, no. 13).

Más recientemente, el Papa Juan Pablo II ha consagrado toda una

carta apostólica a una devoción popular, el rosario, invocando

a obispos, sacerdotes y diáconos a convertirse “en sus diligentes

promotores” y recomendando a todos los fieles, “Tomad con

confianza entre las manos el rosario, descubriéndolo de nuevo a

la luz de la Escritura, en armonía con la Liturgia y en el contexto

de la vida cotidiana” (RVM, no. 43).