Capítulo 24. La Vida en Cristo — Segunda Parte
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camino a lo largo de la vida moral del cristiano. Es un comportamiento
que brota de la vida en Cristo y en el Espíritu Santo. Nuestro camino en
la vida moral se inicia mirando a la persona de Jesús, escuchando su voz
y respondiendo al movimiento poderoso pero gentil del Espíritu Santo.
El
Catecismo de la Iglesia Católica
nos presenta los elementos, bases
y principios que sirven como sólido punto de partida para reflexionar
sobre la moralidad cristiana. Esta orientación de Cristo que recibimos
por medio de la Iglesia está diseñada para ayudarnos a responder a su
invitación a ser santos, a ser morales, a ser plenamente realizados en
la manera que Dios lo quiso. El capítulo anterior se centró en el ser
humano individual llamado a actuar moralmente. Este capítulo trata la
moralidad en lo que se refiere al individuo dentro de una comunidad.
LA COMUNIDAD HUMANA Y LA ASISTENCIA
DIVINA: MÁS ELEMENTOS FUNDAMENTALES DE
LA MORALIDAD CRISTIANA
Conciencia Solidaria y Justicia Social
Una conciencia de la dimensión social de la vida humana es un principio
importante para entender la moralidad cristiana, especialmente dado el
gran énfasis que se da al individualismo en nuestra sociedad. El aspecto
social de lo que significa ser humano es revelado en la inclinación natural
que tenemos de buscar interacciones sociales y establecer comunidades.
Esta conciencia sirve como una base moral para una actitud de
solidaridad con los demás y lleva a una dedicación a la justicia social
para todos. Nuestro compromiso evangélico al Reino de amor, justicia
y misericordia de Cristo siempre incluye la defensa y el apoyo de la
justicia para todos. Dios nos llama a crear comunidad y a corregir tanto
los síntomas como las causas de la injusticia que destruye la solidaridad
de una comunidad.
Antes de que Dios diese los Mandamientos en el Monte Sinaí, Él
había establecido una alianza de amor con la comunidad de Israel (cf.
Ex 19:3-6). Una vez que la alianza había sido establecida, Dios dio al