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Tercera Parte. La Moralidad Cristiana: La Fe Vivida
El
Catecismo de la Iglesia Católica
, además de presentar los cimien
tos para la moralidad Cristiana, incluye una sección sobre los
Mandamientos de la Iglesia. Estas son unas reglas que se sitúan
en la vida moral, vinculadas a la vida litúrgica y alimentadas por
esta. El carácter obligatorio de estas leyes positivas decretadas por
las autoridades pastorales tiene como fin garantizar a los fieles los
fundamentos indispensables para sus vidas como católicos. Estos
Mandamientos son:
•
Oír Misa entera todos los domingos y fiestas de guardar. El
domingo, el día de la Resurrección, debería ser tratado de una
forma diferente a los otros días de la semana. Hacemos esto al
hacer santo el día, participando en la Misa y absteniéndonos
de realizar trabajo innecesario. Deberían ser marcadas de la
misma manera las fiestas de guardar, cuando celebramos fiestas
especiales de Jesús, de la Santísima Virgen María y de los santos.
•
Confesar los pecados mortales al menos una vez al año. Esto
obliga en particular a aquellas personas que son conscientes
de haber cometido pecados serios. La recepción habitual del
sacramento de la Penitencia y la Reconciliación nos ayuda a
prepararnos no solo para recibir la Eucaristía, sino también para
continuar el proceso de conversión que comenzó con
el Bautismo.
•
Comulgar al menos por Pascua de Resurrección. En Estados
Unidos este período va desde el primer domingo de Cuaresma
hasta el Domingo de la Santísima Trinidad. Ya que la Sagrada
Eucaristía es tanto la fuente como la cumbre de la vida para
todos los miembros de la Iglesia, la Iglesia enseña que cada
miembro debe, por su propio bien, recibir la Comunión por lo
menos una vez al año.
•
Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Santa
Madre Iglesia.
Ayunar
significa privarse hasta cierto punto de
comida o bebida.
Abstinencia
significa privarse de comer carne.
LOS MANDAMIENTOS DE LA SANTA MADRE IGLESIA
(VÉASE CIC, NOS. 2041-2043)