Capítulo 26. El Segundo Mandamiento: Respeta el Nombre de Dios
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nombre de Dios y de Jesucristo, así como el de la Santísima Virgen María
y de los santos, de una manera ofensiva. El
Catecismo
nos enseña que la
blasfemia consiste “en proferir contra Dios —interior o exteriormente—
palabras de odio, de reproche, de desafío” (CIC, no. 2148). Esto es un
pecado grave. Una habitual falta de respeto hacia Dios, manifestada
en maldiciones o incluso en el uso de lenguaje vulgar, puede crear una
actitud que erosione nuestra relación con el Señor.
Al mismo tiempo, reconocemos una culpabilidad menor cuando el
nombre de Dios es usado a causa de un arrebato indisciplinado del habla
debido a la pasión o a una incitación inesperada a la ira. Necesitamos
cultivar un respeto persistente hacia los nombres sagrados; si no lo
1. ¿Qué nos pide el Segundo Mandamiento?
El segundo mandamiento
prescribe respetar el nombre
del Señor
. Pertenece, como el primer mandamiento, a la
virtud de la religión y regula más particularmente el uso de
nuestra palabra en las cosas santas. (CIC, no. 2142)
2. Menciona un acto prohibido por el Segundo Mandamiento.
El segundo mandamiento prohíbe todo uso inconveniente
del nombre de Dios. La blasfemia consiste en usar de una
manera injuriosa el nombre de Dios, de Jesucristo, de la
Virgen María y de los santos. (CIC, no. 2162)
3. ¿Por qué es importante nuestro nombre de pila, el nombre
que recibimos en nuestro bautismo?
En el Bautismo, la Iglesia da un nombre al cristiano. Los
padres, los padrinos y el párroco deben procurar que se
dé un nombre cristiano al que es bautizado. El patrocinio
de un santo ofrece un modelo de caridad y asegura su
intercesión. (CIC, no. 2165)
DEL CATECISMO