392 •
Tercera Parte. La Moralidad Cristiana: La Fe Vivida
2. ¿Qué se puede hacer para liberar a la gente pobre de prácticas
laborales injustas que los privan del don del domingo cristiano? ¿Qué
pueden hacer las familias para cambiar la tendencia de organizar
los domingos por la mañana actividades deportivas para niños
y jóvenes?
3. ¿Cómo erosiona el consumismo los ideales cristianos del domingo?
¿Qué se podría hacer para que el tiempo en familia volviese a ser de
nuevo algo habitual los domingos?
ENSEÑANZAS
• “Santifica el día sábado, como el Señor, tu Dios te lo manda. Tienes
seis días para trabajar y hacer tus quehaceres, pero el séptimo es día
de descanso, dedicado al Señor, tu Dios” (Dt 5:12-14).
• Para los cristianos, el precepto del sábado ha sido transferido
al domingo, el día en que Jesús resucitó de entre los muertos.
Los domingos y otros días de precepto los fieles católicos están
obligados a participar en la Misa. Un católico que deliberadamente
no participa en la Misa los domingos y días de precepto comete un
pecado serio.
• Los domingos prolongan la celebración de la Pascua a lo largo del
año. Están para ser iluminados por la gloria de Cristo Resucitado.
Hace presente la nueva creación que se hizo realidad por Cristo.
• El domingo recuerda tanto la primera creación como la nueva
creación. La narración de la creación en el Libro del Génesis,
expresada de forma poética, es un himno de asombro y adoración
a Dios en presencia de la inmensidad de la creación. Los domingos
recordamos la maravilla de lo que el Hijo de Dios Resucitado ha
hecho por nosotros en su nueva creación.
• Mientras que el domingo es tiempo de culto, también es una ocasión
para el descanso y la relajación. Deberíamos dedicar tiempo para
pasarlo con los demás comiendo, en conversación, en actividades que
promuevan nuestro desarrollo cultural y social, y que fortalezcan la
vida familiar.