Capítulo 27. El Tercer Mandamiento: Ama el Día del Señor
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MEDITACIÓN
La asistencia a la iglesia y la participación en el culto han tendido a
disminuir en las democracias industriales modernas, incluyendo Estados
Unidos. Sin embargo, hay razones para tener esperanza. Hay más
católicos en Misa en un solo fin de semana que todos los aficionados que
van a los partidos de béisbol profesional durante toda una temporada
juntos. Una participación más fervorosa y activa en la Eucaristía ayudará
a mantener e incluso incrementar la asistencia a Misa.
He aquí algunas maneras en las que las personas se pueden preparar
mejor para la Misa dominical:
• Ve a la Misa preparado para dar culto a Dios.
• Ve a la Misa con la intención de participar más plena y activamente
en la celebración, cantando los himnos y salmos y recitando las
oraciones con convicción y fe.
• Entra en el misterio de fe en la Misa. El don del sacrificio personal de
Cristo al Padre se hace presente por el Espíritu Santo. Si nos unimos
a él en el don de su persona, entonces realmente realizamos lo que
significa ser un pueblo sacerdotal.
• Lee y reza las lecturas bíblicas de la liturgia dominical para estar así
preparado para la Misa. Reza para que la Palabra de Dios te ilumine
en tus necesidades.
• Dedica tiempo a aprender sobre laMisa: su estructura, sus propósitos
y los significados de las oraciones y rituales.
• Ve a la Misa con una actitud comunitaria. Recuerda que la liturgia
es un acto de culto comunitario en el que la fe es fortalecida por
el contacto con otros creyentes, en un contexto donde el Espíritu
Santo está formando a los que participan del culto en la unidad de
la Iglesia, el Cuerpo de Cristo.
• Recuerda siempre que el sacrificio de la Misa es la más grande de las
oraciones de alabanza y gracias de la Iglesia dirigida a Dios Padre,
en la cual el Señor Jesucristo está verdaderamente presente como
Salvador del mundo y es recibido en el Sacramento de la Eucaristía
como alimento para la vida eterna.