466 •
Tercera Parte. La Moralidad Cristiana: La Fe Vivida
• “La regla de oro [‘Tratad a los demás como queráis que ellos os
traten a vosotros’] ayuda a discernir en las situaciones concretas si
conviene o no revelar la verdad a quien la pide” (CIC, no. 2510).
• El derecho a saber la verdad no es absoluto. La caridad y la justicia
rigen lo que puede ser comunicado. La seguridad de las personas, el
respeto a la privacidad y el bien común son algunas de las razones
para permanecer callados o usar un lenguaje discreto sobre lo que
no se debería saber.
• “Nadie está obligado a revelar una verdad a quien no tiene derecho
a conocerla” (CIC, no. 2489).
• Los miembros de los medios de comunicación tienen la responsa
bilidad de siempre estar al servicio del bien común.
• En la recopilación y publicación de noticias, la ley moral y los derechos
legítimos y la dignidad humana de todos deberían ser respetados.
• “El arte es una sobreabundancia gratuita de la riqueza interior del
ser humano. Este brota de un talento concedido por el Creador y
del esfuerzo del hombre, y es un género de sabiduría práctica, que
une conocimiento y habilidad (cf. Sb 7:16-17) para dar forma a la
verdad de una realidad en lenguaje accesible a la vista y al oído.
El arte entraña así cierta semejanza con la actividad de Dios en la
creación” (CIC, no. 2501).
• “Una falta cometida contra la verdad exige reparación” (CIC,
no. 2509).
MEDITACIÓN
La verdad es más que una idea. Revela bondad y belleza. Esto es lo
que movió al Papa Pablo VI a hablar del “atractivo inherente de la
verdad Evangélica”. El amor contempla la verdad como una revelación
de la belleza. Una vez que se sabe y se ama, la verdad tiene que ser
practicada. San Ignacio ofreció este sabio consejo respecto a la necesidad
de promover la verdad: