Capítulo 33. El Noveno Mandamiento: Practica la Pureza de Corazón
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1. ¿Cuál es la enseñanza del Noveno Mandamiento?
“Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió
adulterio con ella en su corazón” (Mt 5:28). El noveno man
damiento pone en guardia contra el desorden o concupis
cencia de la carne. (CIC, nos. 2528-2529)
2. ¿Cuál es el antídoto de la lujuria?
La lucha contra la concupiscencia de la carne pasa por la
purificación del corazón y por la práctica de la templanza.
La pureza del corazón nos alcanzará el ver a Dios: nos da
desde ahora la capacidad de ver según Dios todas las
cosas. (CIC, nos. 2530-2531)
3. ¿Cómo purificamos nuestros corazones?
La purificación del corazón es imposible sin la oración,
la práctica de la castidad y la pureza de intención y de
mirada. La pureza del corazón requiere el pudor, que es
paciencia, modestia y discreción. El pudor preserva la
intimidad de la persona. (CIC, nos. 2532-2533)
DEL CATECISMO
los Apóstoles predicaron y dieron testimonio del Evangelio de Cristo a
las culturas permisivas de Grecia y Roma, un hecho bien ilustrado en
las Cartas de San Pablo a los Corintios. Aún siendo difícil, los primeros
predicadores prevalecieron sobre los atractivos de la cultura, ganaron
numerosos conversos y fomentaron la virtud de la modestia.
La Iglesia nos llama a ser signos de contradicción en una sociedad
sumamente erotizada. Todos los miembros de la Iglesia deberían
responder a los aspectos inmodestos de la sociedad y de la cultura con
una espiritualidad profunda y consciente. El Evangelio puede renovar
y purificar lo que es decadente en nuestra cultura y puede desplazar
gradualmente la atracción del pecado. Debemos declarar el Evangelio
de Cristo con palabras y dando testimonio para transformar el tono