554 • Conclusión y Apéndices
MANDAMIENTOS DE LA
IGLESIA:
Leyes establecidas por la
Iglesia que dictan requisitos básicos
para sus miembros.
MÁRTIR:
Persona que da testimo-
nio de Cristo y de la verdad de la
fe, hasta el punto incluso de sufrir
por esto.
MATRIMONIO, SACRAMENTO
DEL:
“La alianza matrimonial, por
la que el varón y la mujer constitu-
yen entre sí un consorcio de toda la
vida, ordenado por su misma índole
natural al bien de los cónyuges y a
la generación y educación de la pro-
le, fue elevada por Cristo Nuestro
Señor a la dignidad de sacramento
entre bautizados” (CIC, no. 1601,
citando CDC, can. 1055 §1; cf. GS,
no. 48 §1, CCIO, can. 776).
MEDITACIÓN:
Oración en la cual,
para responder al Señor, la persona
intenta mejor o más profundamente
la Revelación de Dios de las verda-
des de la fe.
MISA COMO UN BANQUETE
SAGRADO:
La Misa es un banque-
te sagrado, como la Última Cena,
en el que el pan y el vino se convier-
ten en el Cuerpo y Sangre de Cristo,
recibidos en la Santa Comunión.
MISA COMO UN SACRIFICIO:
Mediante el ministerio del sacer-
dote ordenado, el Espíritu Santo
hace presente en la Misa el Misterio
Pascual de Cristo, su muerte y
Resurrección por el cual Cristo es
ofrecido al Padre para adorarlo
y alabarlo para que nos salve de
nuestros pecados y nos lleve a la
vida divina.
MISTERIO:
Esta palabra tiene va-
rios significados complementarios.
Primero, nos recuerda que nunca
podemos agotar el significado di-
vino e infinito de Dios. Segundo,
“misterio” nos dice que Dios es
“totalmente otro” (distinto de no-
sotros) y sin embargo tan cercano
que en Él vivimos, nos movemos y
somos. Tercero, la unión de lo di-
vino y lo humano en Cristo es tan
única que la reverenciamos como
un santo misterio. En cuarto lugar,
“misterio” también se usa para
referirse a la celebración de los sa-
cramentos en los que Dios —Padre,
Hijo y Espíritu Santo— está presen-
te y activo para nuestra salvación.
MISTERIO PASCUAL:
En los sa-
cramentos Jesucristo presenta su
Misterio Pascual. Al hablar del
Misterio Pascual presentamos la
muerte y Resurrección de Cristo
como un solo e inseparable acon-
tecimiento. Es
pascual
porque es el
paso de Cristo a la muerte y, pasan-
do por ella, a la nueva vida. Es un
misterio
porque es un signo visible
de un acto invisible de Dios.