558 • Conclusión y Apéndices
con el prójimo, a causa de un apego
perverso a ciertos bienes. Hiere la
naturaleza del hombre y atenta con-
tra la solidaridad humana. Ha sido
definido como “una palabra, un
acto o un deseo contrarios a la ley
eterna” (CIC, no. 1849).
PECADO MORTAL:
Un pecado
mortal es cuando consciente y li-
bremente elegimos hacer algo grave
contra la ley divina y contrario a
nuestro destino final. Existen tres
condiciones para que un pecado
sea un pecado mortal: materia gra-
ve, plena conciencia y entero con-
sentimiento (libertad). El pecado
mortal destruye la relación de amor
con Dios que necesitamos para la
felicidad eterna. Si no hay arrepen-
timiento, resulta en la pérdida del
amor y gracia de Dios, y merece la
pena eterna en el infierno, es decir,
la exclusión del Reino de Dios y por
tanto la muerte eterna.
PECADO ORIGINAL:
El pecado
personal de la desobediencia come-
tido por los primeros seres huma-
nos, resultando en la pérdida de
la santidad y la justicia originales y
en la experiencia del sufrimiento y
la muerte. También describe el esta-
do fallido de todos los seres huma-
nos, incluyendo la experiencia de
la concupiscencia, de la ignoran-
cia de Dios y del sufrimiento y de
la muerte.
PECADO SOCIAL:
Los pecados
[que] provocan situaciones sociales
e instituciones contrarias a la bon-
dad divina. Las “estructuras de
pecado” son expresión y efecto de
los pecados personales. Inducen a
sus víctimas a cometer a su vez el
mal. En un sentido analógico
constituyen un “pecado social”
(CIC, no. 1869).
PECADO VENIAL:
Un pecado ve-
nial es una ofensa contra Dios de
materia menos grave. Aunque el
pecado venial no destruye comple-
tamente el amor que necesitamos
para la felicidad eterna, sí debilita
el amor e impide nuestro desarrollo
en la virtud y el bien moral. Con el
paso del tiempo, el pecado venial
cometido repetidamente puede te-
ner serias consecuencias.
PECADOS CAPITALES:
Aquellos
siete pecados, a veces llamados
“mortales”, que nos pueden llevar
a cometer pecados aún más serios.
Los Pecados Capitales son lujuria,
avaricia, envidia, soberbia, pereza,
gula e ira.
PENITENCIA, SACRAMENTO
DE LA:
También llamado sa-
cramento de la Confesión, de la
Reconciliación, de la Conversión
y del Perdón, este es el sacramento
por el cual los pecados cometidos
tras el Bautismo son perdonados.