Apéndice A. Glosario • 561
resucitado de Cristo es real, pero
glorificado, sin estar sujeto al espa-
cio o al tiempo.
REVELACIÓN:
Dios dándose a
conocer a sí mismo y a su designio
amoroso para salvarnos. Este es un
don de autocomunicación que se lle-
va a cabo mediante obras y palabras
con el paso del tiempo y plenamente
al mandarnos a su propio Hijo divi-
no, Jesucristo. La Revelación públi-
ca, la cual debe ser creída, terminó
con la muerte del último Apóstol.
Puede todavía haber revelación pri-
vada, la cual es solo para el bien de
la persona que la recibe y no necesi-
ta ser aceptada por los demás.
REVELACIONES PRIVADAS:
Existen revelaciones que han tenido
lugar en el transcurso de la historia
que no añaden al Depósito de la Fe
o son parte de este, sino que más
bien pueden ayudar a las personas a
vivir su fe más plenamente.
RICA:
El Rito de Iniciación
Cristiana de Adultos. Este es el nom-
bre del proceso diseñado para prepa-
rar a adultos para entrar a la Iglesia
Católica mediante la recepción de los
Sacramentos de la Iniciación.
-S-
SÁBADO:
En las Sagradas
Escrituras, el sábado era el séptimo
día de la semana que el pueblo del
antiguo Israel tenían que santificar,
alabando a Dios por la creación
y por la Alianza y descansado de
sus labores diarias. Para los cristia-
nos, el precepto del sábado ha sido
transferido al domingo, el día de la
Resurrección del Señor. (Véase tam-
bién “Domingo”.)
SABAT:
Véase “Sábado”.
SACERDOCIO DE LOS FIELES:
Cristo da a los fieles una partici-
pación en su sacerdocio mediante
los sacramentos del Bautismo y de
la Confirmación. Esto quiere decir
que todos los miembros de la Iglesia
bautizados y confirmados compar-
ten en el ofrecimiento de la oración
y del sacrificio a Dios. El sacerdote
de los fieles difiere en esencia del sa-
cerdocio ministerial.
SACERDOCIO MINISTERIAL:
El
sacerdocio, recibido por el sacra-
mento del Orden, difiere en esencia
del sacerdocio de los fieles. El sacer-
docio ministerial sirve al sacerdocio
de los fieles al edificar la Iglesia en
nombre de Cristo, quien es la cabeza
del cuerpo, ofreciendo oraciones y
sacrificios a Dios en nombre del pue-
blo. Un sacerdote recibe el poder de
consagrar la Eucaristía, perdonar los
pecados y administrar los otros sa-
cramentos, excepto el del Orden.