566 • Conclusión y Apéndices
condición débil, aunque no tengan
una enfermedad peligrosa.
-V-
VERDAD:
Realidad y autenti-
cidad según el designio de Dios.
Mediante la revelación de Dios, la
verdad se encuentra en la Tradición
Apostólica, en las Sagradas
Escrituras y en el Magisterio de la
Iglesia guiado por el Espíritu Santo.
En el ámbito humano, la verdad se
descubre mediante la luz de la ra-
zón y se refuerza con el amor por
la verdad y por el comportamiento
basado en al verdad.
VIATICUM
:
La Sagrada Eucaristía
cuando es recibida por un moribun-
do como alimento espiritual para el
paso de este mundo al Padre.
VICIO:
Vicio es la práctica habi-
tual de un pecado que se comete
repetidamente.
VIDA RELIGIOSA O
CONSAGRADA:
Un estado de vida
permanente al que ciertos hombres
y mujeres se comprometen libre-
mente para una vida de servicio es-
pecial a Cristo, marcada por la pro-
fesión de los consejos evangélicos:
pobreza, castidad y obediencia.
VIRGINIDAD PERPETUA:
María
fue virgen al concebir a Jesús, al
dar a luz a Jesús y permaneció siem-
pre virgen.
VIRTUD:
“La virtud es una dispo-
sición habitual y firme para hacer el
bien […] Las virtudes humanas son
disposiciones estables del entendi-
miento y de la voluntad que regulan
nuestros actos, ordenan nuestras
pasiones y guían nuestra conducta
según la razón y la fe. Pueden agru-
parse en torno a cuatro virtudes
cardinales: prudencia, justicia, for-
taleza y templanza […] Las virtudes
teologales son tres: la fe, la esperan-
za y la caridad. Informan y vivifican
todas las virtudes morales” (CIC,
nos. 1833, 1834, 1841).
VIRTUDES TEOLOGALES:
Las
Virtudes Teologales son la fe, la es-
peranza y la caridad. Nos llaman
a creer en Dios, a tener esperan-
za en Él y a amarlo. Las Virtudes
Teologales están directamente rela-
cionadas con el Dios vivo.
VOCACIÓN:
Término que se da
a la llamada que cada persona re-
cibe de Dios; todas las personas
han sido llamadas a la santidad y
a la vida eterna, especialmente por
el Bautismo. Cada persona puede
también estar llamada específica-
mente al sacerdocio o la vida reli-
giosa, a la vida matrimonial o a la
vida de soltero, así como a una pro-
fesión o servicio en particular.