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En 1965, luego de clausurarse el Concilio Vaticano II, los obispos de los Estados Unidos
crearon el Subcomité para la Iglesia en América Latina y, en 1966, se realizó la primera
Colecta para la Iglesia en América Latina. Esta colecta fue creada para apoyar a aquellos
que buscan vivir una vida de fe en América Latina y el Caribe aunque ellos enfrentan
obstáculos en su camino espiritual.
Incluso hoy en día, los retos que enfrentan los eles en esta región incluyen la pobreza, un
entorno rural difícil y una grave escasez de sacerdotes y de otros ministros pastorales. Pero,
mediante esta colecta, las personas encuentran una esperanza. Las subvenciones otorgadas
por la colecta nancian proyectos de catequesis, ministerio para la familia, capacitación
para el liderazgo laico y el ministerio en prisiones, entre otros, en más de 23 países.
México
En el sur de México, las comunidades indígenas de origen Náhuatl y Populuca sentían que
la práctica de su fe estaba desconectada de su cultura nativa. Al percatarse de este desafío,
la diócesis de San Andrés, Tuxtla, con la ayuda de una subvención otorgada por la Colecta
para la Iglesia en América Latina, capacitó a 50 líderes pastorales para que éstos hicieran
su ministerio, particularmente, con los jóvenes para acompañarlos mientras compartían y
vivían su fe como cristianos y personas Indígenas. Los líderes crearon un espacio para el
diálogo a n de encontrar puntos en común entre el Evangelio y los valores de estas comu-
nidades indígenas. Es gracias al apoyo de ustedes que estas comunidades están fortaleciendo
sus costumbres étnicas y culturales a la vez que profundizan su relación con Cristo.