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La solidaridad global

90. La creciente interconexión de nuestro mundo exige una respuesta moral,

la virtud de la solidaridad. En las palabras de San Juan Pablo II, “la solidaridad

es una determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común”

(

Sollicitudo Rei Socialis

, no. 38). Un mundo más justo promete ser un mundo

más pacífico, un mundo menos vulnerable al terrorismo y a otros tipos de

violencia. Los Estados Unidos tienen la responsabilidad de tomar el liderazgo

ante el escándalo de

la pobreza y el subdesarrollo

. Nuestra nación debería

ayudar a

humanizar la globalización

, tratando sus consecuencias negativas

y difundiendo sus beneficios, especialmente entre los pobres del mundo. Los

Estados Unidos también tienen la oportunidad extraordinaria de usar su poder,

en cooperación con otras naciones, para construir un mundo más justo y

pacífico.

Los Estados Unidos deben asumir un papel de liderazgo ayudando a

aliviar

la pobreza global

, mediante un incremento substancial de la ayuda al

desarrollo de los países más pobres, políticas comerciales más equitativas

y esfuerzos continuos para aliviar el peso abrumador de la deuda y las

enfermedades.

La política de los Estados Unidos debe promover la

libertad religiosa

y

otros

derechos humanos

fundamentales. En particular, la política de los

Estados Unidos debe promover y defender los derechos de las minorías

religiosas en todo el mundo, especialmente en las regiones donde las

personas de fe están amenazadas por la violencia simplemente por su fe.

Los Estados Unidos deben proveer apoyo político y económico a los

programas beneficiosos y reformas de las

Naciones Unidas

, a otras

instituciones internacionales

y a la ley internacional, de forma que juntas

estas instituciones puedan ser agentes más responsables y que respondan

mejor a los problemas globales.

Se debe dar asilo a los refugiados que tienen un miedo bien fundado a la

persecución en sus países natales. Nuestro país debe ofrecer apoyo a las

personas que huyen de la persecución por medio de refugios seguros en

otros países, incluidos los Estados Unidos, especialmente a los niños que

no van acompañados, las mujeres, las víctimas del tráfico humano y las

minorías religiosas.

H H H