Capítulo 8. Los Acontecimientos Salvíficos de la Muerte y Resurrección de Cristo
• 103
1. ¿Cómo pudo Jesús salvarnos a todos?
Ningún hombre aunque fuese el más santo estaba en
condiciones de tomar sobre sí los pecados de todos los
hombres y ofrecerse en sacrificio por todos. La existencia
en Cristo de la persona divina del Hijo, que al mismo
tiempo sobrepasa y abraza a todas las personas humanas,
y que le constituye Cabeza de toda la humanidad, hace
posible su sacrificio redentor por todos. (CIC, no. 616)
2. ¿Por qué murió Jesús en la Cruz?
Jesús vino para “dar su vida en rescate por muchos” (Mt 20:28).
Mediante su obediencia amorosa al Padre, él cumplió la misión
expiatoria del Siervo doliente, él fue “traspasado por nuestras rebe
liones, triturado por nuestros crímenes […] Por sus llagas hemos
sido curados” (Is 53:5) (cf. CIC, nos. 599-618).
3. ¿Cómo es la Resurrección una obra de la Santísima Trinidad?
Las tres personas divinas actúan juntas a la vez […] Se
realiza por el poder del Padre que “ha resucitado” a Cristo,
su Hijo […] Jesús se revela definitivamente “Hijo de Dios
con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrec
ción de entre los muertos”. (CIC, no. 648, citando Rm 1:3-4)
En cuanto al Hijo, él realiza su propia Resurrección en vir
tud de su poder divino […] él afirma explícitamente: “doy
mi vida, para recobrarla de nuevo”. (CIC, no. 649, citando Jn
10:17-18)
DEL CATECISMO
Los Apóstoles pensaron que estaban viendo a un fantasma cuando Jesús
se les apareció a ellos por primera vez. Tomás rechazó creer al menos
que pudiese tocar las llagas hechas por los clavos.