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Tercera Parte. La Moralidad Cristiana: La Fe Vivida
Muy pocas personas han causado tal impacto en mi vida, y eso
que nunca nos conocimos.
Ahora están apareciendo algunos nuevos libros [sobre ella] a
causa del centenario de su nacimiento,pero yo todavía encuentro
que su propio libro sobre Santa Teresa del Niño Jesús revela tanto
sobre Dorothy Day como cualquier otro que yo haya leído.
Particularmente, parece que ella reconoció claramente que el
“pequeño camino” de Santa Teresa era el camino del sufrimiento,
y entendió con Teresa que todo el sufrimiento unido al de Cristo en
la Cruz es de un valor inestimable para las almas.
Deseo que cada mujer que ha sufrido un aborto […] llegue
a conocer a Dorothy Day. Su historia es muy típica. Quedó
embarazada de un hombre que insistió que tuviese un aborto,que
luego la abandonó de todas formas,sufrió terriblemente por lo que
había hecho, y más tarde rogó a otras mujeres que no hiciesen lo
mismo. Pero más tarde también, tras hacerse católica, aprendió
sobre el amor y la misericordia del Señor, y supo que nunca tendría
que preocuparse acerca de su perdón.Es por esto que yo nunca he
condenado a una mujer que ha tenido un aborto; yo lloro con ella
y le pido que recuerde el dolor de Dorothy Day, pero que conozca
siempre la misericordia y el perdón amorosos de Dios.
No todos aquellos que conocieron a Dorothy de lejos son
conscientes de sus reuniones con la Madre Teresa de Calcuta, o
de cómo la estimaba la Madre Teresa. Un nuevo libro de Jim Forest,
Love Is the Measure
[
Amor Es la Medida
], incluye una porción de
una carta que la Madre Teresa escribió a Dorothy Day cuando
cumplió 75 años: la Madre Teresa le escribió: “Tanto amor —tanto
sacrificio— todo solo por Él. Tú has sido una rama tan bella de la vid,
Jesús,y dejaste que su Padre,el cuidador de laVid,te podase muy a
menudo y mucho. Tú lo has aceptado todo con tanto amor […]”.
Ojalá hubiese conocido personalmente a Dorothy Day. Siento
que la conozco a causa de su bondad. Pero con toda seguridad,
si hubo una mujer que amó a Dios y a su prójimo, ¡esa fue Dorothy
Day! Oremos para que nosotros hagamos lo que tenemos que
hacer. (
Catholic New York
[13 de noviembre de 1997]: 13-14 [v.d.t.])
El Vaticano ha comenzado un proceso que puede llevarla a la
canonización. Ella anduvo por muchos callejones oscuros antes de
encontrar el camino que Cristo le había estado indicando toda su vida.