Capítulo 24. La Vida en Cristo — Segunda Parte
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y del testimonio de mucha gente de fe, quienes han sido una
poderosa fuerza a favor de la liberación humana sin violencia
en todo el mundo.
Tiempo para Enseñar
Muchos católicos conocen la enseñanza de la Iglesia sobre la
guerra y la paz. Muchos otros no. Es hora de compartir nuestros
principios y valores, de crear conversación y continuar el diálogo
dentro de la comunidad católica. Las escuelas, las universidades
y los institutos de enseñanza superior católicos y las parroquias
deberían crear oportunidades para compartir las Sagradas
Escrituras y las enseñanzas de la Iglesia sobre la vida humana, la
justicia y la paz de forma más amplia y completa. De una forma
especial, deberíamos ayudar a nuestros hijos a sentirse seguros
en estos días difíciles. [Nota: la enseñanza de la Iglesia sobre la
guerra aparece en el Capítulo 29.]
Tiempo de Esperanza
Sobre todo, necesitamos volvernos con esperanza hacia Dios
y hacia los demás. La esperanza nos asegura que, con la gracia
de Dios, lograremos pasar por lo que ahora parece ser un reto
desalentador. Para los creyentes, la esperanza no es una cuestión
de optimismo, sino una fuente de fortaleza y acción en situaciones
exigentes. Para los que trabajan por la paz, la esperanza es una
virtud indispensable. Esta esperanza, junto con nuestra respuesta
La Iglesia identifica días y momentos específicos de ayuno
y abstinencia para preparar a los fieles para ciertas fiestas
específicas; tales sacrificios también nos pueden ayudar a
crecer en la autodisciplina y en santidad.
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Ayudar a la Iglesia en sus necesidades. Esto quiere decir
contribuir con tiempo, talentos y recursos económicos, según
la capacidad personal, para apoyar las actividades de la Iglesia.