Iglesia que sea “amplio y profundo”, de modo que el participante esté preparado para
cumplir su vital ministerio.
26
La dedicación al estudio, que ocupa una buena parte de la vida de quien se prepara
al [diaconado], no es precisamente un elemento extrínseco y secundario de su
crecimiento humano, cristiano, espiritual y vocacional; en realidad, a través del
estudio, sobre todo de la teología, el futuro [diácono] se adhiere a la palabra de
Dios, crece en su vida espiritual y se dispone a realizar su ministerio pastoral.
27
Objetivos
119. Los diáconos deben primeramente comprender y practicar los
puntos esenciales de la doctrina y de la vida cristiana, para luego
poder comunicarlos claramente a otros en sus ministerios de la palabra, la liturgia y la
caridad. La Sagrada Escritura es el alma del programa. Alrededor de ella se estructuran las
otras ramas de la teología. Los estudios litúrgicos deben ser prominentes, ya que los
participantes se preparan para conducir a la comunidad creyente en la vida de oración y
sacramental. La prédica, con su preparación y práctica, ocupa un segmento significativo de
tiempo en el programa de estudio. También debe prestarse atención a tópicos que reflejen
necesidades específicas de la Iglesia en los Estados Unidos: (1) una perspectiva de la vida
familiar; (2) respeto y comprensión de nuestra diversidad cultural nacional e incorporación
del Evangelio en todos los aspectos de la sociedad; (3) la dimensión social del Evangelio de
como la enseña la Iglesia, especialmente en las encíclicas de los Papas, y el significado de
los documentos promulgados por la Conferencia Nacional de Obispos Católicos de los
Estados Unidos, con especial referencia a asuntos relacionados con la inmigración que
afectan a la Iglesia en Estados Unidos;
28
(4) el estudio de las creencias y prácticas de otras
religiones y confesiones cristianas —promoviendo un espíritu de ecumenismo y diálogo
interreligioso. Deben también ofrecerse amplias oportunidades para estudiar y practicar la
misiología
—
aprender a evangelizar
—
para formar diáconos activamente presentes en la
sociedad, ofreciendo verdadero testimonio diaconal, dialogando sinceramente con otros, y
cooperando en caridad y justicia para resolver problemas comunes.
29
Objetivos de la
dimensión intelectual
74