oportunidad única para que los adultos puedan discernir la actividad del Espíritu Santo en su
vida y experiencias.
209. Para crear un ambiente que contribuya a la formación cristiana
adulta, el director de formación debe preparar un manual para los
candidatos, el cual debe detallar los componentes del programa, explicar la base, los criterios
y la guía para las evaluaciones, especialmente en lo referente a aptitudes para la institución
en los ministerios de lector y acólito, y por último, para la ordenación al diaconado; y que
delinée claramente las expectativas y responsabilidades del candidato incluyendo las de la
esposa de un candidato casado. Este manual debe ser aprobado por el obispo.
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Manual del candidato
La comunidad de diáconos
210. La comunidad de diáconos puede ser “una valiosa ayuda a los
aspirantes y a los candidatos al diaconado en el discernimiento de su
vocación, en la maduración humana, en la iniciación a la vida espiritual, en el estudio
teológico y en la experiencia pastoral.”
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Las oportunidades programadas para conversar y
compartir experiencias pastorales entre un candidato y un diácono, así como reuniones entre
la esposa de un candidato y la esposa de un diácono pueden alimentarles mutuamente su
entusiasmo y el realismo acerca del diaconado. El obispo debe nombrar a algunos diáconos
que sirvan de mentores de candidatos individuales o de un grupo pequeño de candidatos.
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Función de la
comunidad ordenada
La comunidad parroquial
211. La comunidad parroquial es una extensión esencial de la
comunidad de formación. Mediante su oración y apoyo, la parroquia
“sensibiliza a los fieles hacia este ministerio, [y] proporciona al candidato una valiosa ayuda
para su discernimiento vocacional.”
10
La comunidad
parroquial
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