capítulo. La dimensión intelectual está “orientada hacia el ministerio, y debe proporcionar al
candidato el conocimiento y el aprecio de la fe que necesita para llevar a cabo su
ministerio”
16
de la palabra, de liturgia y de caridad. El curso de estudio debe ser completo y
debe estar en armonía con la enseñanza del magisterio de la Iglesia, de modo que el futuro
diácono sea un “testigo confiable de la fe y un vocero de la enseñanza de la Iglesia.”
17
Debe
también tener en cuenta los servicios diaconales específicos que el candidato proporcionará
en las comunidades donde se le asigne servir, y también tópicos que reflejen los intereses
específicos de la Iglesia en los Estados Unidos. La dimensión intelectual debe equipar al
candidato para su liderazgo y participación en la nueva evangelización, y para que sea un
heraldo del Evangelio en la sociedad actual. Se debe dar prominencia al estudio de la Sagrada
Escritura, la liturgia, la evangelización y la misiología.
Formación pastoral
219. “Durante la formación, el participar en una amplia diversidad
de” misiones educativas pastorales de campo, “por lo menos en base
limitada, no solo da al candidato una mayor conciencia de las necesidades y misión de la
iglesia [diocesana], sino que lo ayuda a discernir y a desarrollar sus propios … talentos y
dones.”
18
Estas experiencias de campo para la educación pastoral “deben proporcionar una
oportunidad para la reflexión teológica, así como ocasiones para traducir” el conocimiento
intelectual en trabajo pastoral.
19
La descripción del núcleo del contenido para la formación de
los candidatos se encuentra en las Normas 13-15 al final de este capítulo. Para lograr estas
metas, es necesario tener supervisores que ofrezcan apoyo y sean “competentes y
objetivos”
20
La Iglesia diocesana “debe estar comprometida a [la selección y] preparación de
supervisores diestros que posean experiencia pastoral, [entrenamiento] … en el arte de la
supervisión, y … [la habilidad de ayudar] a hombres maduros con [diversas] experiencias de
vida…”
21
Durante la etapa del postulantado también debe darse énfasis al estudio del papel
de la cultura en la formación humana, espiritual y pastoral. Aun más, la dimensión pastoral
debe proporcionar un buen entendimiento de las enseñanzas de la Iglesia sobre la justicia
social.
Colocación pastoral y
supervisión
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