g. Preparación por medio de la oración antes de la celebración de los sacramentos, antes
de predicar o de comenzar su ministerio de caridad
h.
Reflexión teológica.
i.
Dirección espiritual regular.
j.
Participación en un retiro anual.
k.
Vivir auténticamente su estado de vida
l.
Tiempo para el crecimiento personal y familiar
Dimensión intelectual: renovación teológica
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248. La dimensión intelectual del diaconado no termina con la ordenación sino que es un
requisito continuo de su vocación. Las exigencias teológicas del llamado de los diáconos a un
ministerio singular de servicio eclesial y de liderazgo/servidumbre pastoral requiere de ellos
un amor creciente por la iglesia —por el Pueblo Santo de Dios— demostrado por un fiel y
competente cumplimiento de sus funciones y responsabilidades. La dimensión intelectual de
la formación después de la ordenación debe ser completa y sistemática, y debe profundizar el
contenido intelectual estudiado inicialmente durante el itinerario de formación de candidato.
Días de estudio, cursos de renovación y participación en institutos académicos son formatos
apropiados para lograr esta meta. En particular es de gran importancia y pertinencia estudiar,
apropiarse y difundir la doctrina social de la Iglesia. Conocer bien esas enseñanzas permite a
los diáconos incluirlas en sus diferentes profesiones, en el trabajo y en la familia. [También
puede ser útil al obispo diocesano invitar a aquellos que son capaces, a especializarse en una
disciplina teológica] y a lograr las aptitudes académicas necesarias en esos institutos o
academias pontificias reconocidas por la Sede Apostólica las cuales garantizan información
doctrinal correcta. . . . La formación permanente no puede limitarse simplemente a
actualizarse, sino que debe buscar facilitar una configuración práctica de la vida entera del
diácono a Cristo, quien ama a todos y sirve a todos.
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