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Dimensión pastoral: “Metodología pastoral para lograr un ministerio eficaz”

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249. La formación pastoral permanente consiste, en primer lugar, en fomentar

continuamente la dedicación del diácono por “perfeccionar la eficacia del propio ministerio

de dar a la Iglesia y a la sociedad el amor y el servicio de Cristo a todos los hombres sin

distinción, especialmente a los más débiles y necesitados. De hecho, el diácono recibe la

fuerza y modelo de su actuar en la caridad pastoral de Jesús.”

21

“Para una adecuada

formación pastoral es necesario realizar encuentros, que tengan como objetivo principal la

reflexión sobre el plan pastoral de la Diócesis.”

22

Cuando el diaconado se concibe desde el

principio como una parte integral del plan pastoral total, los diáconos tienen un sentido más

rico y más firme de su propia identidad y propósito. Por tanto, un programa de formación

pastoral continua responde a las inquietudes y cuestiones pertinentes a la vida y al ministerio

del diácono de acuerdo con el plan pastoral de la Iglesia diocesana, y en fiel y firme

comunión con el Supremo Pontífice y con su propio obispo.

III. Otras consideraciones

Programación especializada

250. “El ministerio de la Palabra lleva al ministerio del altar, el cual,

a su vez, anima a traducir la liturgia en vida, que desemboca en la

caridad.”

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En cuanto un diácono eventualmente se dedique a

ministerios más específicos para atender las crecientes necesidades de

la gente a quien sirve, será necesario ofrecer programas más específicos desarrollados para

responder a sus necesidades personales, talentos y ministerio.

24

Sin embargo, al principio se

debe prestar atención a la profundización de su entendimiento y a sus habilidades en los

ministerios de la palabra, la liturgia y la caridad.

Personalizar la

formación

permanente

Programa para los recién ordenados

Los primeros tres años del ministerio diaconal

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