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sino como un valor profundamente ligado con la sagrada Ordenación, que configura a

Jesucristo… con la disponibilidad plena y gozosa del corazón para el ministerio pastoral.”

70

El celibato afecta a todos los diáconos

72. De un modo u otro, el celibato afecta a todo diácono sea

casado o soltero. Es esencial que el diácono no casado entienda la

naturaleza del celibato

su valor y su práctica. Esto no solo fortalece y nutre su propio

compromiso a la castidad marital, sino que también ayuda a prepararlo para la posibilidad de

vivir la castidad célibe si su esposa fallece antes que él. Esto es particularmente esencial en el

diaconado. Trágicamente, algunos diáconos casados al ser ordenados sólo comienzan a

enfrentar el asunto del celibato al morir sus esposas. Tan difícil como es este proceso, todos

los diáconos necesitan apreciar el impacto que el celibato puede tener en su vida y ministerio.

El celibato afecta a

todos los diáconos

El diácono viudo

73. El fallecimiento de la esposa de un diácono casado “es un

momento de la existencia que pide ser vivido en la fe y en la esperanza

cristiana.”

71

La muerte de la esposa de un diácono casado presenta una situación nueva en la

diaria rutina de su vida familiar y de su ministerio. Se debe tener caridad con el diácono que

ha quedado viudo mientras éste evalúa y acepta sus nuevas circunstancias personales para

que no descuide su deber primordial como padre de sus hijos o cualquier nueva necesidad

que su familia pueda tener.

72

De ser necesario, se debe ayudar al diácono viudo a buscar

consejo profesional y dirección espiritual para enfrentar e integrar el proceso de la pérdida de

su esposa. Además, el lazo fraternal con su obispo, los sacerdotes con quienes ejerce su

ministerio, y la comunidad diaconal debe ofrecerle consuelo y aliento en este momento

especial de su vida.

73

Esta adaptación a un nuevo estado de vida se logra con el tiempo con

oración, consejo y una “intensificación de la propia entrega a los demás, por amor de Dios,

en el ministerio.”

74

Ministerio a un

diácono viudo

74. Así mismo se debe ser comprensivo con la viuda de un

diácono ya que ella compartió muy íntimamente la vida de su esposo y

Ministerio a la viuda

del diácono

51