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hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja

crisis socio-ambiental. Las líneas para la solución requieren una aproximación

integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y

simultáneamente para cuidar la naturaleza” (

Laudato Si’

, no. 139).

3. Durante muchos años, nosotros, los obispos de los Estados Unidos, hemos

buscado compartir la doctrina católica sobre la vida social y política. Lo

hemos hecho mediante una serie de declaraciones emitidas cada cuatro años

y enfocadas en la “responsabilidad política” o “los ciudadanos fieles”. Con este

documento continuamos esta práctica, manteniendo una continuidad con lo

que hemos dicho en el pasado a la luz de los nuevos retos que afrontan nuestra

nación y nuestro mundo. Esta no es una doctrina nueva, sino que afirma lo que

ya enseñan la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos y toda

la Iglesia.

4. Como católicos, somos parte de una comunidad con una herencia rica

que nos ayuda a considerar los retos que existen en la vida pública y que

contribuye a una mayor justicia y paz para todos. Parte de esa rica herencia

sobre cómo ser ciudadanos fieles es la enseñanza de la

Declaración sobre la

libertad religiosa

(

Dignitatis Humanae

), promulgada por el Concilio Vaticano II.

Esta dice que “la misma sociedad así [pueda gozar] de los bienes de la justicia

y de la paz que dimanan de la fidelidad de los hombres para con Dios y para

con su santa voluntad” (no. 6). El trabajo a favor de la justicia requiere que la

mente y el corazón de los católicos estén educados y formados para así conocer

y practicar la totalidad de la fe.

5. Esta declaración pone de relieve el papel de la Iglesia en la formación de

la conciencia y la responsabilidad moral que le corresponde a cada católico

de escuchar, recibir y actuar según la doctrina de la Iglesia en la tarea para

toda la vida que es la formación de su propia conciencia. Las más importantes

de esas enseñanzas son los cuatro principios básicos de la doctrina social

católica: la dignidad de la persona humana, el bien común, la subsidiariedad

y la solidaridad (

Compendio de la doctrina social de la Iglesia

, no. 160). Con esta

base los católicos están mejor equipados para evaluar posturas políticas, los

programas de los partidos políticos y las promesas y acciones de los candidatos

a la luz del Evangelio y la doctrina moral y social de la Iglesia para ayudar a

construir un mundo mejor.

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