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vínculo entre la estabilidad familiar y el éxito económico, las políticas de
bienestar social deben abordar los factores tanto económicos como culturales
que contribuyen a la desintegración de las familias. También deberían ofrecer
un sistema de seguridad para quienes no pueden trabajar. Mejorar el
crédito
tributario por ingreso del trabajo
y los
créditos tributarios por hijos
,
disponibles en forma de reembolsos a las familias con mayores necesidades,
ayudará a las familias de ingresos bajos a salir de la pobreza.
76. Los
grupos de fe
merecen ser reconocidos y apoyados, no como substitutos
del gobierno, sino como colaboradores que responden eficazmente a los
necesitados, especialmente en las comunidades y países más pobres. La
USCCB apoya activamente las cláusulas de conciencia y otras protecciones a
la libertad religiosa, se opone a cualquier intento de socavar la capacidad de
los grupos de fe de preservar su identidad e integridad como colaboradores del
gobierno y está comprometida a proteger los derechos civiles establecidos hace
tiempo, así como otras protecciones de las que gozan tanto los grupos religiosos
como las personas a las que estos sirven. Las instituciones gubernamentales no
deberían requerir a las instituciones católicas que abandonen sus convicciones
morales o religiosas para poder participar en los programas de salud o servicios
sociales gubernamentales.
77. El
Seguro Social
debería ofrecer ingresos adecuados, continuados y fiables
de una manera equitativa a los trabajadores con salarios bajos y medios y a sus
familias cuando los trabajadores se jubilen o estén incapacitados, y para los
sobrevivientes cuando el trabajador fallezca.
78. La falta de
vivienda
segura y accesible requiere un compromiso renovado
de incrementar la oferta de viviendas de calidad y de preservar, mantener y
mejorar las viviendas existentes mediante colaboraciones público-privadas,
especialmente con grupos religiosos y organizaciones comunitarias. La
USCCB continúa oponiéndose a la discriminación injusta en el área de la
vivienda y apoyando medidas para responder a las necesidades de crédito de
las comunidades de bajos ingresos y de minorías.
79. Una de las primeras prioridades en la
política agrícola
debería ser
asegurar
alimentos para todos
. Ya que nadie debería tener que pasar
hambre
en una
tierra de abundancia, el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria
(SNAP, por sus siglas en inglés, o Programa de Cupones de Alimentos), el
Programa Especial de Nutrición para Mujeres, Infantes y Niños (WIC, por
sus siglas en inglés) y otros programas de nutrición tienen que ser sólidos y