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Segunda Parte. Los Sacramentos: La Fe Celebrada

un símbolo que simplemente apunta hacia Jesús. La presencia de Cristo

tampoco es una proyección, de nuestra parte, en el sentido de que lo

hacemos presente cuando lo recibimos. Como el Papa Benedicto XVI dijo

a los jóvenes reunidos durante la XX Jornada Mundial de la Juventud:

El Cuerpo y la Sangre de Cristo se nos dan para que también

nosotros mismos seamos transformados. Nosotros mismos

debemos llegar a ser Cuerpo de Cristo, sus consanguíneos.

Todos comemos el único pan, y esto significa que entre nosotros

llegamos a ser una sola cosa. La adoración, como hemos dicho,

llega a ser, de este modo, unión. Dios no solamente está frente

a nosotros, como el totalmente Otro. Está dentro de nosotros,

y nosotros estamos en él. Su dinámica nos penetra y desde

nosotros quiere propagarse a los demás y extenderse a todo el

mundo, para que su amor sea realmente la medida dominante del

mundo. (Benedicto XVI,

Homilía en Explanada de Marienfeld

,

XX Jornada Mundial de la Juventud [21 de agosto de 2005])

El pan consagrado se ha convertido en el Cuerpo de Cristo. El vino

consagrado se ha convertido en la Sangre de Cristo. Jesucristo está

substancialmente presente de una forma que es completamente única.

Esto sucede por el poder del Espíritu Santo mediante el ministerio del

sacerdote o del obispo actuando en la persona deCristo durante la Plegaria

Eucarística. En la Misa, cuando se nos ofrece la Hostia y escuchamos

la afirmación “El Cuerpo de Cristo”, respondemos: “Amén”, es decir,

“Sí, creo”.

Solo Jesús nos puede transformar en él. Nuestra receptividad

interior es crítica. Para recibir amor, tenemos que estar abiertos a él.

El don sacrificial de nuestro ser en cada Misa es la mejor forma de ser

transformados continuamente en Cristo. Así en Cristo nos convertimos

en pan para saciar el hambre físico y espiritual del mundo.

PARA LA REFLEXIÓN Y EL DEBATE

1. ¿Cuál ha sido tu experiencia de la Misa en distintos momentos de

tu vida? ¿Qué te ha ayudado a participar más activamente en la

celebración de la Eucaristía?