Capítulo 30. El Sexto Mandamiento: La Fidelidad Matrimonial
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PARA LA REFLEXIÓN Y EL DEBATE
l. ¿Cuál es la mejor manera de mostrar respeto a la sexualidad humana
en una cultura que la menosprecia? ¿Cuáles son algunas maneras de
revocar la degradación de la sexualidad?
2. ¿Por qué es tan importante para la estabilidad de la familia y de la
sociedad la fidelidad matrimonial? ¿Qué medios espirituales ofrece
la Iglesia para fortalecer los matrimonio y reconstruir aquellos que
tienen problemas?
3. ¿Cómo te ayuda la teología del cuerpo del Papa Juan Pablo II a apreciar
la belleza del don de la sexualidad y su integración en tu vida?
ENSEÑANZAS
• Dios es el autor del matrimonio y de la familia. El sacramento del
Matrimonio, junto con el Cuarto, Sexto y Noveno Mandamientos,
ilustran las principales maneras en que el designio de Dios para el
matrimonio y la familia ha de ser vivido.
• El Sexto Mandamiento llama a los cónyuges a practicar la fidelidad
permanente y exclusiva entre sí. Dios estableció el matrimonio como
un reflejo de su fidelidad a nosotros.
• El Sexto Mandamiento prohíbe el adulterio, que es cuando un
hombre y una mujer, de los cuales al menos uno está casado,
establecen una relación sexual con alguien que no es su cónyuge.
• La castidad es la integración lograda de la sexualidad en la más
amplia realidad de la persona. Entiende la sexualidad en relación a
nuestra naturaleza espiritual de tal manera que la sexualidad es vista
como algo más que un acto físico. La sexualidad afecta a toda la
persona a causa de la unidad del cuerpo y el alma. Jesús es el modelo
de castidad. Todas las personas están llamadas a la castidad, según
su estado en la vida.
• “Entre los pecados gravemente contrarios a la castidad se deben
citar la masturbación, la fornicación, las actividades pornográficas y
las prácticas homosexuales” (CIC, no. 2396).