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Segunda Parte. Los Sacramentos: La Fe Celebrada

de evitar tales pecados en el futuro. Tales pecados pueden ser o mortales

o veniales.

Conviene valorar los pecados según su gravedad. La distinción

entre pecado mortal y venial, perceptible ya en la Escritura se

ha impuesto en la tradición de la Iglesia. La experiencia de los

hombres la corroboran. (CIC, no. 1854)

El

pecado mortal

destruye la caridad en el corazón del hombre

por una infracción grave de la ley de Dios; aparta al hombre de

Dios, que es su fin último y su bienaventuranza, prefiriendo un

bien inferior. El

pecado venial

deja subsistir la caridad, aunque

la ofende y la hiere. (CIC, no. 1855)

La contrición que surge del amor a Dios sobre todas las cosas se

llama “contrición perfecta”. Este dolor perdona los pecados veniales

e incluso los pecados mortales siempre y cuando estemos decididos a

confesarlos tan pronto como sea posible. Cuando otros motivos, como

la fealdad del pecado o el temor a la condenación eterna, nos llevan a

la confesión, esta contrición se llama “contrición imperfecta”, la cual es

suficiente para el perdón en la celebración del sacramento. El Espíritu

Santo nos mueve en cualquiera de los dos casos e inicia la conversión.

Confesión

La confesión nos libera del pecado que molesta nuestros corazones y

hace que sea posible que nos reconciliemos con Dios y con los demás.

Se nos pide que miremos el interior de nuestras almas y que, con una

mirada honesta y sin parpadear, identifiquemos nuestros pecados. Esto

abre nuestras mentes y corazones a Dios, nos lleva hacia la comunión

con la Iglesia y nos ofrece un nuevo futuro.

En la confesión, al nombrar nuestros pecados ante el sacerdote, quien

representa a Cristo, afrontamos nuestras fallas con mayor honestidad

y aceptamos responsabilidad por nuestros pecados. Es también en la

confesión que un sacerdote y un penitente pueden cooperar para encontrar

la dirección que necesita el penitente para crecer espiritualmente y evitar

el pecado en el futuro (cf. CIC, nos. 1455, 1456).