23
que requiere la decencia humana: alimento y albergue, educación y trabajo,
cuidado médico y vivienda, libertad religiosa y vida familiar. El derecho a
ejercitar la libertad religiosa pública y privadamente por parte de individuos e
instituciones, junto con la libertad de conciencia, tiene que ser defendido
constantemente. De una manera fundamental, el derecho a la libre expresión
de creencias religiosas protege todos los demás derechos. A estos derechos
les corresponden obligaciones y responsabilidades, para con los demás,
nuestras familias y la sociedad en general. Los derechos deberían ser
comprendidos y ejercitados dentro de un marco moral cimentado en la
dignidad de la persona humana.
50. La economía debe estar al servicio de la gente y no al contrario. Por lo
tanto, es necesario que un sistema económico sirva a la dignidad de la persona
humana y al bien común mediante
el respeto de la dignidad del trabajo y la
protección de los derechos de los trabajadores
. Un “crecimiento en equidad”,
según lo señala el papa Francisco en
Evangelii Gaudium
,
exige algo más que el crecimiento económico, aunque
lo supone, requiere decisiones, programas, mecanismos y
procesos específicamente orientados a una mejor distribución
del ingreso, a una creación de fuentes de trabajo, a una
promoción integral de los pobres que supere el mero
asistencialismo. Estoy lejos de proponer un populismo
irresponsable, pero la economía ya no puede recurrir a
remedios que son un nuevo veneno, como cuando se
pretende aumentar la rentabilidad reduciendo el mercado
laboral y creando así nuevos excluidos. (no. 204)
El trabajo es más que una manera de ganarse la vida; es una forma de
continuar participando en la creación de Dios. Los empleadores contribuyen al
bien común con los servicios o productos que ofrecen y mediante la creación
de empleos que defienden la dignidad y los derechos de los trabajadores:
derecho a un trabajo productivo, a salarios justos y decentes, a beneficios
adecuados y seguridad cuando tengan edad avanzada, a la oportunidad de
poder organizarse y formar sindicatos, a la oportunidad para los trabajadores
inmigrantes de estar en situación legal, a tener propiedad privada y a la
iniciativa económica. Los trabajadores también tienen responsabilidades:
realizar el trabajo que corresponde a un salario justo, tratar con respeto a